Este año que pasó vimos grandes transformaciones:
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El poder de los influenciadores por encima del poder de algunas marcas.
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La espontaneidad de los contenidos realizados por las personas, superando los contenidos más irreverentes de algunos creadores de contenido que se creen intocables.
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Las grandes marcas del universo del “social media” sumidas en crisis, despidos y reducciones.
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Un mundial de fútbol en noviembre, iconos que cerraron el año sin luz propia y personalidades que a comienzo de año eran personas del común.
Nada está fijo, nada está definido, nada está establecido. ¿No es acaso el mejor panorama para el marketing y la comunicación? Dejemos los preconceptos y abordemos un 2023 con una enorme dosis de novedad y adaptación.
Aquí estamos, para reinventar, para buscar nuevos caminos y sobre todo para encontrar esa comunicación potente que impulse los resultados.